La metodología ágil es una metodología de gestión de proyectos que se centra en entregar el trabajo en etapas pequeñas e incrementales, denominadas sprints. Hace hincapié en la flexibilidad, la colaboración y los comentarios de los clientes para mejorar continuamente el producto.
La metodología ágil es como construir una casa habitación por habitación. Terminas y amueblas una habitación, recibes comentarios sobre ella y luego pasas a la siguiente, haciendo ajustes a lo largo del camino.
La metodología ágil permite a las empresas responder mejor a los cambios del mercado o a las necesidades de los clientes, lo que reduce el riesgo de entregar un producto final que no cumpla con las expectativas.
La metodología ágil puede conducir a lanzamientos de productos más rápidos, a una mejor alineación con las necesidades de los clientes y a un uso más eficiente de los recursos. Reduce el desperdicio al garantizar que el desarrollo se alinee con los comentarios reales de los usuarios y la demanda del mercado.